domingo, 28 de febrero de 2021

Dulce(Mente)


   Aquel día le pudo más la curiosidad, que esa costumbre aprendida desde niña de tener cautela a la hora de tratar con extraños, y, sobre todo, de no entrar nunca en la boca del lobo; así es como definían las gentes del pueblo a aquel misterioso muchacho del que apenas se sabía nada: un auténtico depredador…
   Josefine solía tener una gran intuición, y, a pesar de sus veintidós años, ya había experimentado que, esta, no solía equivocarse. Esta vez, algo le decía que en el interior de aquella enorme casa en lo alto de la montaña, encontraría los motivos de esos juicios que creía equivocados, además de descubrir el porqué de esa extraña atracción que sentía hacia él…
 
  Cada vez que lo veía no podía evitar estudiarlo con la mirada, y cuando él fijaba la suya en ella, prontamente trataba de disimular para no ser descubierta. Aunque tal vez, ya era demasiado tarde...

  Porque el efecto hipnótico ya estaba instalándose en ella. Su parte racional le avisaba de los peligros y esta misma luchaba insistentemente con su otra parte, esa que empujaba a sus pies hasta situarse frente a la puerta de aquella casa y a su dedo índice a pulsar el timbre. El sonido la despertó de su ensimismamiento, miró a su alrededor sin recordar cómo había llegado hasta allí...
 
  ... Hasta aquella alcoba con las paredes pintadas de color rojo carmesí, donde había una cama alborotada, y dentro estaba ella, con los pies enredados entre las sábanas arrugadas, y los pelos alborotados, mirándole fijamente a él, que estaba dormido roncando plácidamente...
 
   No sabía cómo había llegado hasta allí, pero no la importaba porque se sentía feliz y dichosa abrazando dulcemente la felicidad...

   Contempló su pausada respiración, de niño abandonado al placer. Miraba esa suavidad de su piel, confiada, expuesta dulcemente, que horas antes había acariciado con lento éxtasis.
  Estaba tan eufórica, tan pletórica de nuevas ilusiones, que abrazó la gran almohada con todas sus fuerzas, reprimiendo sus deseos de abrazarlo a él, para no despertarlo. Entonces, bajo esa misma almohada notó algo frío, como un brusco pinchazo doloroso. Sacó la mano. Le sangraba. Cayeron lunares rojos por las sábanas. El cuchillo resplandecía bajo el almohadón como una escolopendra bajo una piedra.

  Ver tanta sangre en su mano le hizo sobresaltarse y al mismo tiempo abrió los ojos. Exhaló aliviada y mirando su mano por ambos lados, luego la almohada y finalmente a él a su lado aún dormido. Solo había sido una pesadilla, tal vez los comentarios oídos durante tanto tiempo ahora le jugaban una mala pasada.
 
  No quiso despertarlo aún, lo contempló como quien contempla lo más deseado. Tras recuperar la calma se levantó. Fue hacia el baño y se observó en el espejo mientras se peinaba su largo cabello, hasta que notó algo en su cuello...

  ... Eran los dientes clavados como cuchillos afilados en su cuello, sintiendo un profundo dolor, tocándose el cuello manchándose las manos de sangre.
 
   Su visión comenzó a enturbiarse. Sus ojos envueltos en neblina pudieron ver desde el espejo que, tras ella, había un vampiro con una capa negra enseñando sus dientes afilados ensangrentados.
 
   No podía mirar para atrás. Tenía mucho miedo y ya no le quedaban fuerzas. Tan solo quería gritar pero su voz se había enmudecido.
 
   Sentía que su cuerpo iba a desfallecer de un momento a otro hasta que...
 
   ¡¡¡Plof!!! se desplomó en el suelo...
 
   El vampiro arrastró su cuerpo para sacarlo de allí, con la intención de meterlo en el maletero del coche, para tirarlo por el río...

   En el mismo instante que el vampiro iba a recoger a la dulce Josefine del suelo, esta abrió sus ojos color miel y una sonrisa salió de su boca.
   La idea de arrojarla al río se desvaneció en ese momento, algo había ocurrido al ver sus pupilas brillar, hacía siglos que él no sentía nada parecido hacia una humana.
  La cogió en sus brazos y la llevó a la cama, la tendió y arropó, cuando ella iba a decir algo, él la hizo un gesto con su mano indicando que no hablara que estaba cansada y debía dormir un rato.
  Cayó en un sueño profundo, así durante más de tres horas, cuando despertó no oyó ruido alguno, el silencio era absoluto si no fuera por un sonido melancólico que venía de alguna habitación de la parte inferior de la casa. Se levantó, se arregló su larga melena y bajó las escaleras. Al fondo estaba ese hombre enigmático tocando el piano, a su lado un pequeño gato hacía las delicias de una bella estampa.

   Se acercó a él y le rodeó por el cuello, la melodía seguía sonando según nacía de sus dedos sobre las teclas. El gato que parecía entender todo, los dejó, fue cuando él dejó de tocar el piano y se giró hacia ella para mirarla a los ojos, puso sus manos en su cintura y le dijo: "Has sido muy valiente en llegar hasta aquí e ignorar los rumores de la gente, pero bien sabes de que ya no podrás irte de mi lado".
 
   Ella le sonrío y luego dijo: "Es que ya no quiero irme de tu lado" Justo al terminar la frase lo besó profundamente dejando caer su camisón, él la levantó en sus brazos y la recostó sobre el piano. Besó su piel cada vez más pálida e hincó sus colmillos haciéndola estremecer. Josefine arqueó su cuerpo al sentirlo, completamente subyugada se dejó en sus manos, para darle su cuerpo y alma.

   El tiempo pasó y la felicidad era absoluta, a veces a Josefine le invadía un halo de melancolía, él era consciente de que algo pasaba, pero no lograba ver en su interior qué era, tenía sus miedos, tal vez ella se había cansado de él y de su vida en esa inmensa casa alejada de todo ser viviente.
  Una noche tumbados sobre cojines al lado de la chimenea la rodeó con sus fuertes brazos y susurrándole al oído…
   —¿Qué te ocurre mi amor?, ¿añoras tu vida anterior? Tal vez desees marcharte de mi lado.
   Ella le cogió la cara con sus delicadas manos y le sonrió, y mirándole a esos ojos penetrantes le dijo:
   —Jamás he sido tan feliz, te amo y mi vida está aquí contigo.
  —Entonces, ¿qué te pasa?, te veo extraña y no llego a entrar en tu mente, es como que hay algo que me lo impide.
   Josefine cogió sus manos y se las llevó a su vientre...
   —¡No, sí! es un milagro, pero aquí está el resultado de nuestras noches de amor y pasión.

   Llevaba días sintiéndose vulnerable, soñaba conversaciones escuchadas en el pueblo sobre la casa y su morador, sueños que la despertaban angustiada y sudorosa. No le dijo nada a él, seguro que se debía a su estado de buena esperanza, como le escuchaba decir a los mayores.
   Aquella noche estaba sola, él tenía que ausentarse hasta el día siguiente, la llenó de besos y caricias y se sintió la mujer más feliz del mundo. Era tarde, muy tarde. Alguien tocó insistentemente a la puerta, extrañada bajó las escaleras del primer piso y preguntó:
   —¿Quién es? —Nadie contestó…
   Al otro lado de la puerta alguien respiraba agitadamente.
   —¿Quién está ahí? —Esta vez su voz tembló.
   Por un momento pensó que algo le podía pasar a su amor y abrió la puerta de golpe, no había nadie, sólo una ráfaga de viento entró en la estancia gélida como el hielo, se le descompuso la cara y sus ojos se llenaron de terror, sintió cómo una mano fuerte la asió por la garganta apretando hasta quedar sin respiración.
   Empezó a no sentir las piernas y su cuerpo se volvió pesado hasta caer de bruces al suelo. Antes de perder la consciencia recordó unas palabras de boca de él… nunca hay que abrir la puerta en noches de tinieblas.

   Al despertar estaba en la cama, se sintió algo mareada y al tratar de recordar qué le había sucedido solo visualizó un rostro borroso que se diluía cuando ella se desmayaba. Todo estaba en silencio en la casa, un silencio inquietante. Fue cuando escuchó el carruaje aproximarse, se levantó y se acercó a la ventana...

   Vio los imponentes corceles negros que tiraban del carruaje, y al misterioso cochero del cual apenas podía vislumbrar su rostro. En ese momento se abrió la puerta y descendió Él, con su sombrero alto y la capa negra que lo cubría. Levantó la mira y le sonrió levemente a Josefine, ella le hizo un gesto con la mano al mismo tiempo que sentía latir su corazón más apresurado, como si algún tipo de conexión los uniera más.
 
    Se sentó en la cama a esperar que subiera...

   Una vez que subió la larga escalinata, este estaba cansado y dolorido por el largo viaje en barco, puesto que se pasó el mayor tiempo del día recluido en su prisión que era su ataúd.
   Y de noche, al amparo de la noche y la luna llena, salía y se alimentaba de algún tipo de animal, ya fuese una cabra o una gallina.
    Él la miró y le dijo:
    —¡Cariño, me temo que esta noche, no habrá arrumacos! Así que apaga la luz y vamos a dormir.

   Sin embargo Josefine ya sabía que un vampiro no duerme por la noche, así es que no creyó en esa excusa, por otra parte, ella misma ya sentía el ansia por sentir sangre cálida corriendo por sus venas. Casi podía olerla a kilómetros.
 
   Entre pesadillas se despertó a media noche y vio que Vlad no yacía en la cama como suponía. Recordó las historias que se contaban en el pueblo acerca de aquel ser que por las noches se dejaba ver en los aposentos de mujeres. Por lo que supuso que él había vuelto a la cacería.
 
   Casi sin fuerzas se arregló su vaporosa cabellera, se cubrió con una capa oscura y decidió salir de la casa por vez primera desde que había llegado...

   Deseó no sentirse tan débil, claro que alimentar a un vampiro, entregar sangre, tenía sus consecuencias, como esa languidez que sentía.
  Sabía que él necesitaba de la sangre, que era la vida en su no muerte, que seguramente preferiría alimentarse de mujeres, preferentemente bellas.
    Se las imaginó flotando en el río, dentro de una maleta.
    Tal vez debería detenerlo, evitar ese acto tan drástico.
 
   Aunque deseó no haber escuchado esas historias, sobre ese vampiro legendario y sus tres amantes. ¿Cómo sería compartirlo con otras dos mujeres?

   La sola idea de verle yacer con dos mujeres más, la martirizaba, ella esperaba un hijo de él, su amor era eterno pero sus celos la mantenían viva y expectante, ella sabía que él la amaba, pero tenía que preguntarle por qué yacía con otras mujeres.
   Esa noche en silencio de las calles desiertas caminaba sin rumbo fijo, sentía dentro de ella a su bebé, se agitaba, era como un mal presagio, no debió haber salido. Al cruzare con la taberna del pueblo oyó algarabía de risas de hombres y mujeres, parecían borrachos y demasiado alegres.
   Aceleró el paso pero fue inútil, cuando se quiso dar cuenta alguien por detrás la tapó la boca y con una fuerza letal la metió en un carruaje en marcha. Cuando despertó estaba en una celda, su cuerpo posaba en un camastro mugriento y solo había una ventana, esta con barrotes.
  Vlad, antes de que amaneciera, regresó al lado de su amada, pero ella no estaba, su mente se perdía entre laberintos para poder visualizarla, algo estaba ocurriendo, apenas tenía conexión con Josefine.

  Vlad sintió una presencia, que reconoció inmediatamente. Se dio vuelta con furia, atrapando a una bella vampira.
  —¡Carmilla! ¿Qué hiciste, maldita?
  Sí, la misma vampira que seducía a jóvenes mujeres, con la promesa de compartir una eternidad, con una oscura pero intensa pasión.
 —Tranquilo, impetuoso Vlad. Yo no le hice nada a tu Josefine. Vi que la raptaron.
 —¿Por qué no lo impediste?
 —No soy la misma desde esa historia en Estiria. No me atrevo con los cazadores de... de lo que somos. Pero los seguí.
  —Vas a guiarme.
 —Puede ser una trampa para cazarte. ¿No preferirías buscar unas damiselas conmigo?
  Vlad la miró con furia.
  —¿Qué se hizo del vampiro que arrojaba cuerpos al río?

  —¿Qué pretendes, atormentarme? Ella es mi eternidad, la necesito, tú no puedes entender el amor que siento por ella, va más allá del deseo y el placer, necesito tenerla conmigo.
  Carmilla lo miró con esos ojos sangrientos y por primera vez en su existencia sintió envidia del sentimiento que ella era incapaz de sentir.
  —Dejemos de divagar, pon tu mente a trabajar y entre los dos visualicemos dónde puede estar Josefine, aunque sea una trampa. Para poder casarme debo ir a su recate, ella está esperando un hijo y esas bestias son capaces de cualquier cosa.
  Entre las tinieblas ambos sincronizados olieron que los cazadores se encontraban cerca, había un refugio donde los de su clase se mantenían a salvo de sus enemigos.
  Vlad volvió a sentir una inquietud, de pronto olió el aroma de su amada, era elixir para él, bajó del carruaje, estaba seguro que ella no estaba lejos, oía el tic tac de dos corazones.

  La Muerta Enamorada, curioso nombre que tenía el lugar entre los hijos de la noche.
  —Una vez creí sentir lo mismo por una mujer —dijo Carmilla— Pero conocían demasiado mi fama. Y ya te conté lo que pasó.
  —Fuiste muy descuidada.
  —Eso es lo que nos hace el amor. ¿Por qué les gusta tanto a los humanos?

  —El amor es como la sangre para los humanos, no pueden vivir sin probar de su sabor. Y Josefine me ha dado de probar de ese sabor que ya creía olvidado, no puedo renunciar a la oscuridad, pero tampoco renunciaré a quien me hace sentir vivo otra vez.
 
  Fue cuando Vlad se esfumó ante los ojos de Carmilla y esta se dio cuenta de que aún latía vida en ellos, aunque no fuese como la de los humanos.

  Carmilla farfulló algo, giró sobre sí misma y, como un rumo, se coló entre las sombras. «Los vampiros no tienen alma», se decía constantemente, «solo entendemos de satisfacernos de carne y placer». Ella iría en busca de alguna damisela a la que cortejar y a la que chupar la sangre mientras dejaba que Vlad se enfrentara a los cazadores y a ese nuevo instinto que había nacido en él.
 
  Dos corazones tenían la culpa y un alma, la suya, que había empezado a susurrarle los secretos de la vida, esa otra vida que no pendía de la oscuridad sino que tenía nombre de mujer y que había atrapado la suya con una fuerza que no lograba comprender pero que le hacía convertirse ahora en un salvaje, sin medida, sin contemplaciones...
  Los cazadores cayeron uno a uno. No perdió tiempo en morderles, en extraerles la sangre. Un silbido de espada y las cabezas rodaban por el suelo dejando un reguero de sangre.
   Encontró a Josefine.
  Estaba pálida y con un halo de vida. «Salvajes...», gritó, tomándola en brazos. Se mordió la muñeca, ahí donde más latía la sangre, y dejó discurrir un pequeño hilo entre los labios de su amada...

  Cuando el calor del líquido rojo llegó a sus labios abrió los ojos y una lágrima salió de ellos.
  Vlad, la cogió entre sus brazos y con el último esfuerzo que le quedaba logró llegar a su morada, la dejó en la cama cubriendo(la) con la colcha para que entrara en calor. Él con toda su furia en sus ojos dio un grito gutural, llamó a Carmilla y esta se hizo presente al instante.
  —Escúchame bien lo que tengo que decirte, tengo salir a por comida, estoy agotado y tengo que alimentarme para poder afrontar lo que nos espera, será una guerra a muerte con esos salvajes, solo te pido una cosa, que te quedes al cuidado de Josefine, no la dejes sola, ella de momento la alimenté pero cuando despierte estará hambrienta...

   Mientras en otra parte de la ciudad, la masacre de cazadores produjo produzco un revuelo en ciertos círculos.
   —Ya dije que no debíamos enfurecer a ese vampiro. Y no me escucharon.
   —Las decisiones las tomo yo —dijo el que tenía más autoridad—. Y por creerte un Van Hellsing, se produjo esta catastrofe.
   —Bien, perdimos a los más débiles. Un gran contratiempo. Pero medimos la fuerza de un enemigo. Y sabemos que tiene una debilidad.
 
  Josefine despertó, creyó que todo había sido una pesadilla, que nunca había salido de casa. O que Vlad la había traído de regreso.
   Pero se sentía más débil que antes, lo que le molestaba. Y vio a esa mujer, que indudablemente era una vampira.
   —¿Vlad sigue con lo de tener tres novias para él? ¿Te trajo y fue a buscar a la tercera?
  —Tranquila, Josephine. Soy una amiga, si es que nuestra gente conoce la amistad. Estaría más interesada en tu persona, pero no me atrevería a meterme con su amada.
   Josephine suspiró.
   —Y tu nombre es...
   —Carmila.
   —¿Carmila? ¿Cómo la historia de Sheridan Le Fanu?
   La vampira contuvo su mal humor.
   —Un gran escritor que no contó toda la verdad. Estoy acá para protegerte. Y para alimentarte si hace falta.

     

*


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60 comentarios:

  1. Cada vez que lo veía no podía evitar estudiarlo con la mirada, y cuando él fijaba la suya en ella, prontamente trataba de disimular para no ser descubierta. Aunque tal vez, ya era demasiado tarde...

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  2. Porque el efecto hipnótico ya estaba instalándose en ella. Su parte racional le avisaba de los peligros y esta misma luchaba insistentemente con su otra parte, esa que empujaba a sus pies hasta situarse frente la puerta de aquella casa y a su dedo índice a pulsar el timbre. El sonido la despertó de su ensimismamiento, miró a su alrededor sin recordar cómo había llegado hasta allí...

    Mil besitos, guapísima y muy feliz inicio de semana ♥

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    1. Más para ti, preciosísima...
      Gracias, y muy feliz semana!💙

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  3. ..Hasta aquella alcoba con las paredes pintadas de color rojo carmesí, dónde había una cama alborotada, y dentro estaba ella, con los pies enredados entre las sábanas arrugadas, y los pelos alborotados, mirándole fijamente a él, que estaba dormido roncando plácidamente...

    No sabía como había llegado hasta allí, pero no la importaba porque se sentía feliz y dichosa abrazando dulcemente la felicidad...

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  4. Contempló su pausada respiración, de niño abandonado al placer. Miraba esa suavidad de su piel, confiada, expuesta dulcemente, que horas antes había acariciado con lento éxtasis.
    Estaba tan eufórica, tan pletórica de nuevas ilusiones, que abrazó la gran almohada con todas sus fuerzas, reprimiendo sus deseos de abrazarlo a él, para no despertarlo. Entonces, bajo esa misma almohada notó algo frío, como un brusco pinchazo doloroso. Saco la mano. Le sangraba. Cayeron lunares rojos por las sábanas. El cuchillo resplandecía bajo el almohadón como una escalopendra bajo una piedra.

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    1. Ala, ahí queda, ja, ja.
      Gracias Ginebra. Es una historia que promete.

      Un abrazo :)

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    2. 😄👍 Gracias a ti, preciosa!

      Abrazo gigante, y feliz semana!💙

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  5. Bueno ya no anoté nada pero debo decir que tú escrito es fabuloso. No me esperaba ese final
    Te dejo un beso

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    1. Hola, Jova! No es el final, acabamos de comenzar; está vigente durante todo el mes. Así que si lo deseas, puedes continuar por donde lo dejó nuestra amiga Volarela 😉

      Bsoss y gracias! 💙

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  6. Ver tanta sangre en su mano le hizo sobresaltarse y al mismo tiempo abrió los ojos. Exhaló aliviada y mirando su mano por ambos lados, luego la almohada y finalmente a él a su lado aún dormido. Solo había sido una pesadilla, tal vez los comentarios oídos durante tanto tiempo ahora le jugaban una mala pasada.

    No quiso despertarlo aún, lo contempló como quien contempla lo más deseado. Tras recuperar la se levantó. Fue hacia el baño y se observó en el espejo mientras se peinaba su largo cabello, hasta que notó algo en su cuello....

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  7. ... Eran los dientes clavados como cuchillos afilados en su cuello, sintiendo un profundo dolor, tocándose el cuello manchándose las manos de sangre. 

    Su visión comenzó a enturbiarse. Sus ojos envueltos en neblina pudieron ver desde el espejo que, tras ella, había un vampiro con una capa negra enseñando sus dientes afilados ensangrentados. 

    No podía mirar para atrás. Tenía mucho miedo y ya no la quedaban fuerzas. Tan solo quería gritar pero su voz se había enmudecido.

    Sentía que su cuerpo iba a desfallecer de un momento a otro hasta que... 

    ¡¡¡Plof!!! se desplomó en suelo...

    El vampiro arrastró su cuerpo para sacarle de allí, con la intención de meterle en el maletero del coche, para tirarla por el río...

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    1. Perdón, quise decir:

      ¡¡¡Plof!!! se desplomó en el suelo...

      Y aprovecho para corregir lo que puse en mi otro comentario, son tres puntos y separado:

      ... Hasta aquella alcoba



      Un placer participar en tus interesantes iniciativas, mi querida Ginebra.

      Besos enormes y feliz tarde.

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    2. El placer mío, preciosa.
      Crece la intriga...
      Gracias!

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    3. Estoy viendo otro error, mil perdones, esto es lo que tienen las cosas del directo.

      Tirarla no. Es "tirarle" por el río...

      Más besos, preciosa.

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    4. En realidad pueden ser varias cosas. Si te refieres al cuerpo, cabría decir “tirarlo”, con lo que tendrías que cambiar todas las formas verbales:

      “El vampiro arrastró su cuerpo para sacarlo de allí, con la intención de meterlo en el maletero del coche, para tirarlo por el río...”

      Y si te refieras a “ella”, podrías utilizar ambos términos: “tirarle” o “tirarla”, aunque desde mi punto de vista, veo más aconsejable "tirarla" (cambiando igualmente todas las formas)

      Tú me dices cómo lo dejamos 😉
      Y nada que perdonar, preciosa.

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    5. refieres*

      También cambiaría "y ya no (la) quedaban fuerzas" por "y ya no (le) quedaban fuerzas"

      Lo que tú me digas...

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    6. Ponlo como tú creas, te lo dejo a tu elección, mi querida Ginebra. Y para próximas veces, tienes mi permiso, cuando veas más errores, de corregirlos.

      Mil gracias.

      Muackssss!!!

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    7. Soy yo la que tengo que darte las gracias, mi querida María. Sin vuestra complicidad y compañía, todo esto y tantos otros espacios de letras, no serían posibles.

      Bsoss y cariños enormes, y muy feliz noche, preciosa! 💙

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  8. En el mismo instante que el vampiro iba a recoger a la dulce Josefine del suelo, esta abrió sus ojos color miel y una sonrisa salió de su boca.
    La idea de arrojarla al río se desvaneció en ese momento, algo había ocurrido a ver sus pupilas brillar, hacia siglos que él no sentí nada parecido hacia una humana.
    La cogió en sus brazos y la llevó a la cama, la tendió y arropo, cuando ella iba a decir algo, él la hizo un gesto con su mano indicando que no hablara que estaba cansada y debía dormir un rato.
    Cayó en un sueño profundo así durante más de tres horas, cuando despertó no oyó ruido alguno, el silencio era absoluto si fuera por un sonido melancólico que venía de alguna habitación de la parte inferior de la caas.Se levanto se arreglo su larga melena y bajó las escaleras. Al fondo estaba ese hombre enigmático tocando el piano a su lado un pequeño gato hacia las delicias de una bella estampa.
    Mi querida Ginebra vamo a ver que conseguimos, una cosita linda tienes plena libertad para quitar, poner y puntos y comas y letras como mejor y más bonito quede muakkkkkkk. Que lindo esta todo ajjaja estoy super contenta de estas iniciativas muak.

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    1. Tú fuiste la que me impulsó a hacerlo! 😉

      (No, no... solo tildes y cosillas que se nos escapan; a veces nuestra mente va más deprisa que nuestros dedos...)

      Gracias sinceras por todo, preciosa.

      Esto ha dado un giro! 🤓

      Muackssss 💙

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  9. Se acercó a él y le rodeó por el cuello, la melodía seguía sonando según nacía de sus dedos sobre las teclas. El gato que parecía entender todo, los dejó, fue cuando él dejó de tocar el piano y se giró hacia ella para mirarla a los ojos, puso sus manos en su cintura y le dijo: "Has sido muy valiente en llegar hasta aquí e ignorar los rumores de la gente, pero bien sabes de que ya no podrás irte de mi lado".

    Ella le sonrío y luego dijo: "Es que ya no quiero irme de tu lado" Justo al terminar la frase lo besó profundamente dejando caer su camisón, él la levantó en sus brazos y la recostó sobre el piano. Besó su piel cada vez más pálida e hincó sus colmillos haciéndola estremecer. Josefine arqueó su cuerpo al sentirlo, completamente subyugada se dejó en sus manos, para darle su cuerpo y alma.

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  10. El tiempo pasó y la felicidad era absoluta, a veces Josefine le invadía un halo de melancolía, él era consciente que algo pasaba, pero no lograba ver en su interior que era, tenía sus miedos tal vez ella se había cansado de él y de su vida en esa inmensa casa alejada de todo ser viviente.
    Una noche tumbados sobre cojines al lado de la chimenea la rodeo con sus fuertes brazos y susurrandole al oido .¿Que te ocurre mi amor? añoras tu vida anterior tal vez desees marcharte de mi lado.
    Ella le cogió la cara con sus delicadas manos y le sonrió y mirándole a esos ojos penetrantes le dijo.
    Jamás he sido tan feliz, te amo y mi vida está aquí contigo .
    Entonces qué te pasa, te veo extraño y no llego a entrar en tu mente es como que hay algo que me lo impide.
    Josefine, cogió sus manos se las llevó a su vientre ...
    ¡No, si! es un milagro pero aqui esta el resultado de nuestras noches de amor y pasión.

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  11. Llevaba días sintiéndose vulnerable, soñaba conversaciones escuchadas en el pueblo sobre la casa y su morador, sueños que la despertaban angustiada y sudorosa. No le dijo nada a el, seguro que se debía a su estado de buena esperanza, como le escuchaba decir a los mayores.
    Aquella noche estaba sola, el tenía que ausentarse hasta el día siguiente, la lleno de besos y caricias y se sintió la mujer más feliz del mundo. Era tarde muy tarde alguien toco insistentemente a la puerta, extrañada bajo las escaleras del primer piso y preguntó:
    _ ¿Quién es?
    Nadie contestó…
    Al otro lado de la puerta alguien respiraba agitadamente.
    _ ¿Quién está ahí?
    Esta vez su voz tembló.
    Por un momento pensó que algo le podía pasar a su amor y abrió la puerta de golpe, no había nadie, sólo una ráfaga de viento entró en la estancia gélida como el hielo, se le descompuso la cara y sus ojos se llenaron de terror, sintió cómo una mano fuerte la asió por la garganta apretando hasta quedar sin respiración.
    Empezó a no sentir las piernas y su cuerpo se volvió pesado hasta caer de bruces al suelo. Antes de perder la consciencia recordó unas palabras de boca de el… nunca hay que abrir la puerta en noches de tinieblas.


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  12. Todas las aportaciones son fabulosas. Aquí dejo mi granito de arena, que espero se pueda hilvanar. Ginebra cambia lo que haga falta. Besos

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  13. Al despertar estaba en la cama, se sintió algo mareada y al tratar de recordad qué le había sucedido solo visualizó un rostro borroso que se diluía cuando ella se desmayaba. Todo estaba en silencio en la casa, un silencio inquietante. Fue cuando escuchó el carruaje aproximarse, se levantó y se acercó a la ventana...

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  14. Un beso o dos,mi querida Ginebra.

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    1. Hola, preciosísima!! Qué alegría saberte 😀 Espero que estés bien! Muchos Bsoss y cariñosss, y cuídate mucho!! 🤗💙

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    2. Permíteme saludar a Morgana y sumarme a tus deseos para ella.

      Besos dulces para ambas.

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    3. Por supuesto. Es vuestra casa, queridos amigos...
      Más Bsoss y cariños 💙💙

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    4. Mis besos y abrazos para ambos....
      Cuidaros un mundo

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  15. Vio los imponentes córceles negros que tiraban del carruaje, y al misterioso cochero del cual apenas podía vislumbrar su rostro. En ese momento se abrió la puerta y descendió Él, con su sombrero alto y la capa negra que lo cubría. Levantó la mira ay le sonrío levemente a Josefine, ella le hizo un gesto con la mano al mismo tiempo que sentía latir su corazón más apresurado, como si algún tipo de conexión los uniera más.

    Se sentó en la cama a esperar que subiera....

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  16. Buenísimo Ginebra, un cuento bellísimo y muy bien hilvanado por las diferentes participantes. Sois todas unas artistas de la escritura. Enhorabuena a todas por vuestras historias.
    Abrazos

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    1. Muchas gracias, querida Isa 😊 Preciosas plumas todas! Un placer tu mirada y tu sentir.
      Feliz de saberte por aquí!

      Abrazos enormes, y muy feliz día 💙

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  17. Una vez que subió la larga escalinata ,este estaba cansado y dolorido por el largo viaje en barco ,puesto que se pasó el mayor del día recluido en su prisión que era su ataúd.
    Y de noche al amparo de noche y la luna llena salía , y se alimentaba de algún tipo de animal , ya fuese una cabra o una gallina.
    Él la miró y le dijo ,¡Cariño me temo que está noche ,no habrá arrumacos! Así que apaga la luz y vamos a dormir.

    Espero poder participar en este bello relato colectivo , si no te gusta mi aportación puedes borrar el comentario , mi bella Ginebra.
    Ah , y soy flor.
    Mañana pasaré aver la otra convocatoria que tienes en varietés.
    Está muy bien este blog que no conocía y este relato también dale las gracias a Dulce y a los otros participantes de mi parte.
    Besos de flor🏵️🌼

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    1. Claro que sí, preciosa Flor! Me alegra saberte por aquí. Todas las aportaciones son valiosas. En este caso, los arrumacos tendrán que esperar, ja, ja, ja...
      Mil gracias por participar!

      De tu parte para todos; ellos te leerán, querida amiga 😉
      Bsoss enormes, y muy feliz día! 💙

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  18. Perdón por no poner tiempo , ya que me lo he comido , y a ver es separado . Besos

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  19. Sin embrago Josefine ya sabía que un vampiro no duerme por la noche, así es que no creyó en esa excusa, por otra parte, ella misma ya sentía el ansia por sentir sangre cálida corriendo por sus venas. Casi podía olerla a kilómetros.

    Entre pesadillas se despertó a media noche y vio que Vlad no yacía en la cama como suponía. Recordó las historias que se contaban en el pueblo acerca de aquel ser que por las noches se dejaba ver en los aposentos de mujeres. Por lo que supuso que él había vuelto a la cacería.

    Casi sin fuerzas se arregló su vaporosa cabellera, se cubrió con una capa oscura u decidió salir de la casa por vez primera desde que había llegado....

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  20. Deseó no sentirse tan débil, claro que alimentar a un vampiro, entregar sangre, tenía sus consecuencias, como esa languidez que sentía.
    Sabía que él necesitaba de la sangre, que era la vida en su no muerte, que seguramente preferiría alimentarse de mujeres, preferentemente bellas.
    Se las imaginó flotando en el río, dentro de una maleta.
    Tal vez debería detenerlo, evitar ese acto tan drástico.

    Aunque deseó no haber escuchado esas historias, sobre ese vampiro legendario y sus tres amantes. ¿Cómo sería compartirlo con otras dos mujeres?

    Descubrí este blog tuyo y decidí sumarme.

    Besos.

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    1. Muy buena aportación, querido amigo. El tema va cogiendo profundidad...

      Me alegra que te hayas unido. Será un placer para todos contar con tu valiosa compañía en este otro espacio de letras.

      Muchísimas gracias.
      Abrazos enormes, y muy feliz finde.

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  21. La sola idea de verle yacer con dos mujeres más la martirizaba, ella esperaba un hijo de él, su amor era eterno pero sus celos la mantenían viva y expectante, ella sabía que él la amaba, pero tenía que preguntarle porque yacía con otras mujeres.
    Esa noche en silencio de las calles desiertas caminaba si rumbo fijo, sentía dentro de ella a su bebé, se agitaba era como un mal presagio, no debió de haber salido.Al cruzare con la gtaverna del pueblo oyo algarabía de risas de hombre y mujeres parecían borrachos y demasiado alegres.
    Aceleró el paso pero fue inútil cuando se quiso dar cuenta alguien por detrás la tapo la boca y son una fuerza letal la metió en un carruaje en marcha. Cuando despertó estaba en una celda su cuerpo posaba en un camastro mugriento y solo había una ventana, está con barrotes.
    Vlad, antes de que amaneciera regreso al lado de su amada, pero ella no estaba, su mente se perdía entre laberintos para poder visualizarla, algo estaba ocurriendo apena tenia conexión con Josefine.

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  22. Vlad sintió una presencia, que reconoció inmediatamente. Se dio vuelta con furia, atrapando a una bella vampira.
    -¡Carmilla! ¿Qué hiciste, maldita?
    Sí, la misma vampira que seducía a jóvenes mujeres, con la promesa de compartir una eternidad, con una oscura pero intensa pasión.
    -Tranquilo, impetuoso Vlad. Yo no le hice nada a tu Josefine. Vi que la raptaron.
    -¿Pr que no lo impediste?
    -No soy la misma desde ese historia en Estiria. No me atrevo con los cazadores de...de lo que somos. Pero los seguí.
    -Vas a guiarme.
    -Puede ser una trampa para cazarte. ¿No preferirías buscar unas damiselas conmigo?
    Vlad la miró con furia.
    -¿Que se hizo del vampiro que arrojaba cuerpos al río?

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    1. Corrección
      -No soy la misma desde ese historia en Estiria.

      Va "esa historia" en lugar de "ese historia"

      Besos, Ginebra.

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    2. Perfecto 👍 Gracias!
      Me gusta el cariz que está tomando.
      Bsoss! 😘

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    3. Ginebra linda personita, ya sabes corta y pega donde sea menester jajajaj esta genial, estoy entusiasmada ajja muakissssss.

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  23. Que pretendes atormentarme,ella es mi eternidad, la necesito, tú no puedes entender el amor que siento por ella va más allá del deseo y el placer, necesito tenerla conmigo.
    Carmilla lo miró con esos ojos sangrientos y por primera vez en su existencia sintió envidia del sentimiento que ella era incapaz de sentir.
    Dejemos de divagar pon tu mente a trabajar y entre los dos visualicemos donde puede estar Josefine, aunque sea una trampa para poder casarme debo ir a su recate, ella esta esperando un hijo y esas bestias son capaces de cualquier cosa.
    Entre las tinieblas ambos sincronizados olieron que los cazadores se encontraban cerca, había un refugio donde los de su clase se mantenían a salvo de sus enemigos.
    Vlad. volvió a sentir una inquietud de pronto olió el aroma de su amada, era elixir para él, bajó del carruaje, estaba seguro que ella no estaba lejos, oía el tic tac de dos corazones.

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  24. La Muerta Enamorada, curioso nombre que tenía el lugar entre los hijos de la noche.
    -Una vez creí sentir lo mismo por una mujer-dijo Carmilla- Pero conocían demasiado mi fama. Y ya te conté lo que pasó.
    -Fuiste muy descuidada.
    -Eso es lo que no hace el amor. ¿Por qué les gusta tanto a los humanos?

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  25. El amor es como la sangre para los humanos, no pueden vivir sin probar de su sabor. Y Josefine me ha dado de probar de ese sabor que ya creía olvidado, no puedo renunciar a la oscuridad, pero tampoco renunciaré a quien me hace sentir vivo otra vez.

    Fue cuando Vlad se esfumó ante los ojos de Carmilla y está se dio cuenta de que aún latía vida en ellos, aunque no fuese como la de los humanos.

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  26. Carmilla farfulló algo, giró sobre sí misma y, como un rumor,se coló entre las sombras. «Los vampiros no tienen alma», se decía constantemente, «solo entendemos de satisfacernos de carne y placer». Ella iría en busca de alguna damisela a la que cortejar y a la que chupar la sangre mientras dejaba que Vlad se enfrentara a los cazadores y a ese nuevo instinto que había nacido en él.

    Dos corazones tenían la culpa y un alma, la suya, que había empezado a susurrarle los secretos de la vida, esa otra vida que no pendía de la oscuridad sino que tenía nombre de mujer y que había atrapado la suya con una fuerza que no lograba comprender pero que le hacía convertirse ahora en un salvaje, sin medida, sin contemplaciones...
    Los cazadores cayeron uno a uno. No perdió en tiempo en morderles, en extraerles la sangre. Un silbido de espada y las cabezas rodaban por el suelo dejando un reguero de sangre.
    Encontró a Josefine.
    Estaba pálida y con un halo de vida. «Salvajes..», gritó, tomándola en brazos. Se mordió la muñeca, ahí donde más latía la sangre, y dejó discurrir un pequeño hilo entre los labios de su amada...

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  27. Cuando el calor del líquido rojo llego a sus labios abrió los ojos y una lágrima salió de ellos.
    Vlad, la cogió entre sus brazos y con el último esfuerzo que le quedaba logró llegar a su morada, la dejo en la cama cubriendo(la) con la colcha para que entrara en calor. Él con toda su furia en sus ojos dio un grito gutural, llamó a Carmilla y esta se hizo presente al instante.
    Escúchame bien lo que tengo que decirte,tengo salir a por comida, estoy agotado y tengo que alimentarme para poder afrontar lo que nos espera, será una guerra a muerte con esos salvajes, solo te pido una cosa, que te quedes al cuidado de Josefine, no la dejes sola, ella de momento la alimente pero cuando despierte estará hambrienta...

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  28. Mientras en otra parte de la ciudad, la masacre de cazadores produjo produzco un revuelo en ciertos círculos.
    -Ya dije que no debíamos enfurecer a ese vampiro. Y no me escucharon.
    -Las decisiones las tomó yo-dijo el que tenía más autoridad.
    -Y por creerte un Van Hellsing, se produjo esta catastrofe.
    -Bien, perdimos a los más débiles. Un gran contratiempo. Pero medimos la fuerza de un enemigo. Y sabemos que tiene una debilidad.


    Josefine despertó, creyó que todo había sido una pesadilla, que nunca había salido de casa. O que Vlad la había traído de regreso.
    Pero se sentía más débil que antes, lo que le molestaba. Y vio a esa mujer, que indudablemente era una vampira.
    -¿Vlad sigue con lo de tener tres novias para él? ¿Te trajo y fue a buscar a la tercera?
    -Tranquila, Josephine. Soy una amiga, si es que que nuestra gente conoce la amistad. Estaría más interesada en tu persona, pero no me atrevería a meterme con su amada.
    Josephine suspiró.
    -Y tu nombre es...
    -Carmila.
    -¿Carmila? ¿Cómo la historia de Sheridan Le Fanu?
    La vampira contuvo su mal humor.
    -Un gran escritor que no contó toda la verdad. Estoy acá para protegerte. Y para alimentarte si hace falta.

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  29. Quiero agradeceros de corazón vuestras magníficas participaciones. Llevo días que, por motivos de salud, ando un tanto alejada de estos lares. Por esto mismo, estaré ausente unos días; pero no quería dejar de felicitaros y hacer todas las publicaciones de este mes. GRACIAS por vuestra valiosa compañía. Habéis creado, entre todos, una buenísima historia!
    Nos vemos pronto, queridos amigos.
    Os quiero 💙

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    1. Entonces, me alegro de haber aportado unos párrafos a esa historia, sin haber desentonado.
      Espero que te mejorés de tu salud.
      Y te agradezco lo que nos brindas con tu inspiración.

      Un abrazo y un beso.

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    2. Muchas gracias, querido amigo, por tu presencia y tus deseos.
      Voy mejorando muy poquito a poco, pero vislumbrando ya esa luz al final del túnel...

      Abrazos y Bsoss 💙

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