miércoles, 31 de marzo de 2021

Simone

 

   Simone se quedó atónita cuando, al volver al camerino tras olvidar su chal, escuchó tras la puerta a Philipe, su representante, cómo le decía a alguien:
   —Ella no tiene ni la más mínima sospecha. Todo indicará que ha sido un accidente; y entonces, tú, ocuparás su lugar… Su actuación de mañana, será la última; ya está todo preparado. Ese escenario pondrá fin a la vida de Simone...

   A Simone se le cayó el chal de las manos, que resbaló sedosamente, acariciando su tobillo izquierdo. Notó la prenda fría, sinuosa, traicionera.... Y sintió su propia sangre desplomarse, tras oír aquellas palabras brutales, también hacia su tobillo izquierdo. Se desvaneció. Y golpeó fuertemente el suelo con su cuerpo. Entonces, desde el otro lado se abrió la puerta… Philipe, un hombre alto, de espalda masiva y mirada rígida y turbia como la de un clavo oxidado, entró, descubriendo el cuerpo blanquísimo tendido en el suelo, con un punto de sangre en la frente. Tras él acudía, sorprendida, una mujer pelirroja de finísima cintura y gruesos labios entreabiertos, que parecían anhelar impacientes todas las gotas melosas del éxito de Simone. La chica despertó de pronto, viendo en lo alto los dos rostros expectantes, mirándola, como deformes buitres famélicos.

  En ese mismo instante la cámara entró en el camerino dando un grito atroz, al ver a la señorita Simone en el suelo con un hilo de sangre cayendo sobre su frente.
 Su representante se hizo cargo de la situación, no le quedaba más remedio, había un testigo y debía comportarse como un caballero aunque en el fondo deseaba todo lo contrario.
  —Llame rápido al doctor —le gritó este a la cámara.
  —Sí señor.
  Mientras, Simone volvía en sí, su cabeza le estallaba y no recordaba nada de lo que había pasado, solo que se mareó al escuchar algo que oyó tras la puerta.
  La Pelirroja mientras tanto, fumaba alejada posada en la ventana, sus ojos estaban llenos de ira...

  Y viendo como su plan se había ido al traste pensó que para la próxima vez pondría más empeño y no le encargaría el asunto a ningún principiante. Esta vez, Simone, había tenido mucha suerte, la siguiente vez, la suerte le sonreiría a ella. Le dio la última calada a su cigarrillo y sin apagar la colilla la lanzó tan lejos como pudo haciendo ese juego de dedos que una vez alguien le enseñó, y viendo cómo se alejaba la diminuta chispa en la noche empezó a recordar cómo empezó y se fraguó todo.

  Podría haberlo hecho ella misma en más de una oportunidad. Pero no tenía sentido ser descubierta, para convertirse en la estrella de una cárcel de mujeres. Además, condenada por asesinar a una actriz amada por el público.
 Como tampoco tenía sentido convertirse en la próxima candidata a ser reemplazada por alguna otra.
  Debía ser astuta, tanto para continuar siendo la favorita, como para ser impune.
  ¿Y qué tal un accidente en el escenario? Ese podría ser un plan magistral.

  Y aquella noche, entre la soledad y la desolación, Simone encontró por fin la salida que había estado buscando.
  Estaba en el apogeo de su carrera, y sabía que de ahí en adelante todo sería mucho más difícil.
  El destino le daba una última oportunidad, y ella la tomaría.

  Aquella conversación tan dura que escuchó Simone la hizo reflexionar, y decidió tomar un nuevo rumbo en su vida, alejarse del éxito para encontrarse a sí misma, necesitaba intimidad, volcarse en ella, abandonar los escenarios, y dejar de lado la fama.
 
  Por lo que aquella noche, Simone, preparó las maletas, para emprender al día siguiente el vuelo sin saber su destino, tan solo deseaba perderse en alguna parte donde nadie la conociera para emprender la ruta hacia la felicidad.

  No sería fácil. La decisión le parecía más amarga de lo que había supuesto.
 
  Y así fue como la pelirroja se convirtió en la protagonista de la obra. Y hay que reconocer que se notó su talento, que le puso arte a su personaje.
  Pero los aplausos fueron menos de lo que esperaba.
  Al espiar conversaciones de espectadores, en el bar cercano al teatro, supo que la consideraban una suplente. Muy talentosa, pero sin el carisma, el encanto de Simone.
  —No puede ser que se haya ido la rubia —decía una espectadora, casi llorando.
 —Habrá que conformarse —le contestó su pareja— Piensa que surgirá el misterio de Simone, algo digno de una estrella.

  Al escuchar dichas conversaciones, la pelirroja se entristeció y pensó: ¡No puede ser! Parece que a los espectadores no les entusiasmo tanto como lo hacía Simone, debo superarme, tengo que conseguir atraer y cautivar al público. Han de caer en mis redes, intentaré seducirlos con mis encantos de tigresa. Y empezó a tramar un plan para su actuación del día siguiente...

  Al descubrir que todo su plan para destituir a Simone, había fracasado pues cada vez que se inclinaba a recibir los aplausos de la obra, el público solía gritar enfurecido:
  —¡Queremos a la auténtica Simone!
  Llevando a Simone a un punto de endiosamiento imposible para ninguna actriz actual. El caché de Simone se había multiplicado exponencialmente de tal forma que no había teatro en el mundo capaz de reunir una suma lo suficientemente elevada para contratarla.
  Ahí surgió la idea de teñir a la pelirroja y someterla a una complicada operación de cirugía estética...

  Y mientras tanto Simone, perdido por completo el rumbo, ve desmoronarse su vida entera. Embotada de alcohol se debate en la encrucijada que, según cree, marcará su destino para siempre: dedicarse en cuerpo y alma a misionar en África, o convertirse en la mejor imitadora de Elvis de la historia en Las Vegas...

  —No te veo imitando al Rey —le contestó su interlocutor.
  Simone le dedicó una mirada a quien le había rescatado, luego de un desmayo en la calle. Era un cinéfilo que la había recibido en su casa, poblada de colecciones de afiches. Incluso había estatuillas de actrices, de mujeres fatales y reinas del grito. Y por supuesto, de Simone.
  —Aunque lo de la imitación podría ser —continuó diciendo— Podrías vestirte y cantar como esas cantantes popo, tan de moda.
  —Hace tanto que no canto.
 —Pero puedes hacerlo bien. Y tienes más carisma que más de una. No sabes cómo te extraña tu público.
  —¿No sería peligroso el volver?
  —Muy peligroso. Creo que deberías usar un pseudónimo. Creo que puedo ayudarte con eso.

  El cinéfilo le quitó la botella de la mano, a Simone.
  —Y para empezar, vas alejarte de esto.
 
 Mientras tanto, la pelirroja se rehusó a que le tocaran la cara. Con energía. Había visto demasiadas colegas con la cara inexpresiva. Y estaba segura de ser más bella que Simone. Aunque una peluca y maquillaje era algo aceptable.

  Simone que había emprendido el rumbo para encontrar la felicidad, lo que se encontró a lo largo del camino fue un mundo equivocado, envuelto en vicio, drogas, sexo y alcohol. Apartada de la fama, pero aún el público extrañándola. En cambio, ha preferido estar sola. Alejada del mundo. Y enviciada en las drogas.
 
  Y mientras, al otro lado del planeta, la pelirroja frustrada queriéndola imitar. Porque en el escenario seguían extrañando el encanto y la belleza de Simone, la Diosa, inimitable. Única.

  Por razones distintas, dos hombres estaban preocupados.
 
  El cinéfilo estaba desesperado por la faceta descontrolada de Simone. Le parecía bien que le dedicara gran parte al sexo, pero lo alarmaban sus compañías, que la llevaban a destruirse.
 
 Y el representante estaba furioso, su amante se estaba rebelando. Había demostrado tener una vocación artística, que chocaba contra las pretensiones comerciales del representante. Y la pelirroja era tan astuta como una mujer fatal, no se dejaba manipular.
  —No sirvo para reemplazar a tu ex —le repitió una y otra vez— Quiero el papel de la mala, para lucirme.

  Mientras el tiempo pasaba y ninguna de las dos mujeres eran felices, cada una iba a la deriva si alguien no ponía remedio.
 El representante de la pelirroja estaba harto de sus exigencias, pero estaba dispuesto a dar un giro a su carrera, buscaría un papel donde el personaje fuera de mujer malvada, tal vez así lograría tener éxito sin imitar a nadie.
  Mientras Simone, en una noche loca de sexo, tuvo una flamante idea, por qué no convertir lo que hacía gratis en un gran negocio. Llamó a su amigo cinéfilo y le comunicó que quería experimentar en el cine porno, al fin y al cabo ella sabía sobreactuar. Necesitaba dinero, era una buena forma de conseguirlo rápidamente sin perder su dignidad.

   Al cinéfilo no le desagradó la idea de Simone, podría decirse que la aprobó
  —Soy cinéfilo, en más de un sentido. Nunca me he atrevido a contarte las fantasías que he tenido con algunas famosas.
   —Muy atrevidas, por lo que leí.
   —¡Simone!, es mi diario personal.
   —Que dejaste abandonado y con las páginas abiertas.
  Son una clase de ficción, llamada fanfiction, famosas atrapadas por algunos fans, que no aceptan un no como respuesta. O famosas despechadas que se entregan a fans, que tienen sueños eróticos con ellas.
   —Muy fantasiosas.
   —No creas, fui el fanático que tuvo un par de esos encuentros.
   Hubo un intercambio de miradas. Y entonces, Simone cambió de tema.
   —¿Y qué te parece mi idea?
   El cinéfilo vio como la oportunidad se escapaba. Y era la vez que había llegado más lejos. Pero decidió no insistir. Su fantasía era que Simone tomara la iniciativa.
  —Podría funcionar, con directores que sepan dónde poner la cámara, con formación técnica, con buenos guiones. Algo como lo que hacen en esa serie con dragones, en que actrices porno actúan algunas escenas.
Pausa.
   —¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar, Simone?
Simone sonrió maliciosamente. Apenas estaba vestida, luego de una loca noche de sexo.
  —Ya veo. Pero el tema es desnudarse ante cámaras.
  —Lo hice alguna vez en una obra.
 —Pero fue entre sombras. Y me refiero a desnudarte ante un equipo de filmación, muy de cerca. ¿Tendrías sexo con otras actrices? Eso despierta morbo. Y la serie esa tiene varias escenas así. ¿Harías escenas violentas?
   —Podría intentarlo.
  —También queda el tema de darte una apariencia. Otro corte de pelo, alguna peluca. Y un pseudónimo provocativo, escandaloso.

   Por lo que no se lo pensó dos veces, y cuando leyó el guión le entusiasmó a Simone y aceptó hacer una película de cine D/s en la que haría de lesbiana, estaba dispuesta a trabajar en algo nuevo. Sería una experiencia única. Y ¿por qué desperdiciar la novedad cuando a ella la gustaba el morbo?

  Mientras tanto, Catherine Rouge, la actriz pelirroja demostró su talento, interpretando a villanas, a mujeres fatales. Y asombrada, descubrió que tenía verdadera vocación por el teatro, que no sólo deseaba ser la estrella.
   La reacción del público fue ambigua, odiaban a sus personajes, al mismo tiempo que estaban fascinados.
    En un diálogo con su pareja, la fan de Simone resumió el sentir del público.
   —La odio pero al mismo tiempo, la amo. Nunca será como Simone, pero es una estrella.
   Catherine sintió que estaba logrando lo que ambicionaba.
 
  En maneras inesperadas, las dos actrices antagónicas estaban en estado de satisfacción. Estaban tentadas de decir que eran felices.
  ¿Era una situación definitiva? Es difícil saberlo.
   Tal vez era un final. O sólo un momento clave en la historia.


*


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34 comentarios:

  1. A Simone se le cayó el chal de las manos, que resbaló sedosamente, acariciando su tobillo izquierdo. Notó la prenda fría, sinuosa, traicionera.... Y sintió su propia sangre desplomarse, tras oír aquellas palabras brutales, también hacia su tobillo izquierdo. Se desvaneció. Y golpeó fuertemente el suelo con su cuerpo. Entonces, desde el otro lado se abrió la puerta… Philipe, un hombre alto, de espalda masiva y mirada rígida y turbia como la de un clavo oxidado, entró, descubriendo el cuerpo blanquísimo tendido en el suelo, con un punto de sangre en la frente. Tras él acudía, sorprendida, una mujer pelirroja de finísima cintura y gruesos labios entreabiertos, que parecían anhelar impacientes todas las gotas melosas del éxito de Simone. La chica despertó de pronto, viendo en lo alto los dos rostros expectantes, mirándola, como deformes buitres famélicos.



    Hola, Ginebra. Ya vi la otra historia; los sorprendentes giros a lo vampiro que tomó. Ha sido espectacular.
    Hoy pongo un poquillo de ambientación en ésta para ver que pasa... A ver cómo se las ingenia la chica...
    La idea es muy buena. ¡Te felicito!
    Un beso... y a divertirnos!

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    1. Gracias, preciosa. Sabes que es un placer contar siempre con tu compañía y tu valiosa pluma.

      Yo voy regresando, aunque esporádicamente y como este episodio de cefaleas me permite, y poniéndome poco a poco al día.

      Un montón de Bsoss y cariños! 💙

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  2. En ese mismo instante la cámara entró en el camerino dando un grito atroz, a ver a la señorita Simone en el suelo con un hilo de sangre cayendo sobre su frente.
    Su representante se hizo cargo de la situación no le queda más remedio había un testigo debía comportarse como un caballero aunque en el fondo deseaba todo lo contrario.
    _ Llame rapido al doctor, le gritó este a la cámara, si señor.
    Mientras, Simone volvía en sí, su cabeza le estallaba y no recordaba nada de lo que había pasado, solo que se mareo a escuchar algo que oyó tras la puerta.
    La Pelirroja mientras tanto, fumaba alejada posada en la ventana, sus ojos estaban llenos de ira...

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  3. Y viendo como su plan se había ido al traste pensó que para la próxima vez pondría más empeño y no le encargaría el asunto a ningún principiante. Esta vez, Simone, había tenido mucha suerte, la siguietne vez, la suerte le sonreiría a ella. Le dio la última calada a su cigarrillo y sin apagar la colilla la lanzó tan lejos como pudo haciendo ese juego de dedos que una vez alguien le enseñó, y viendo como se alejaba la diminuta chispa en la noche empezó a recordar cómo empezó y se fraguó todo.

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    1. Y aprovecho para dejarte más besitos con cariño y ánimo, mi querida Gine ♥

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    2. Muchísimas gracias, mi preciosa Ana...
      Voy intentando salir de esta vorágine de me ha mantenido, y aún me mantiene, un tanto fuera de combate; pero feliz de saberos y sentiros cerca, y de contar con vuestras valiosas plumas.

      Bsoss y cariños enormes 💙

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  4. Podría haberlo ella misma en más de una oportunidad. Pero no tenía sentido ser descubierta, para convertirse en la estrella de una cárcel de mujeres. Además, condenada por asesinar a una actriz amada por el público.
    Como tampoco tenía sentido convertirse en la próxima candidata a ser reemplazada por alguna otra.
    Debía ser astuta, tanto para continuar siendo la favorita, como para ser impune.
    ¿Y que tal un accidente en el escenario? Ese podría ser un plan magistral.

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  5. Y aquella noche, entre la soledad y la desolación, Simone encontró por fin la salida que había estado buscando.
    Estaba en el apogeo de su carrera, y sabía que de ahí en adelante todo sería mucho más difícil.
    El destino le daba una última oportunidad, y ella la tomaría.

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  6. Aquella conversación tan dura que escuchó Simone la hizo reflexionar, y decidió tomar un nuevo rumbo a su vida, alejarse del éxito para encontrarse así misma, necesitaba intimidad, volcarse en ella, abandonar los escenarios, y dejar de lado la fama.

    Por lo que aquella noche, Simone, preparó las maletas, para emprender al día siguiente el vuelo sin saber su destino, tan solo deseaba perderse en alguna parte donde nadie la conociera para emprender la ruta hacia la felicidad.

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    1. Un abrazo inmenso lleno de energía, mi querida Ginebra, ójala te encuentres mucho mejor.

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    2. Me llega tu cariño y tu energía, mi preciosa María. La verdad es que en estos días bien la necesito, es por ello que te lo agradezco de todo corazón...

      Bsoss y cariños enormes 💙

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  7. No sería fácil. La decisión le parecía más amarga de lo que había supuesto.

    Y así fue como la pelirroja se convirtió en la protagonista de la obra. Y hay que reconocer que se notó su talento, que puso le puso arte a su personaje.
    Pero los aplausos fueron menos de lo que esperaba.
    Al espiar conversaciones de espectadores, en el bar cercano al teatro, supo que la consideraban una suplente. Muy talentosa, pero sin el carisma, el encanto de Simone.
    -No puede ser que se haya ido la rubia-decía una espectadora, casi llorando.
    -Habrá que conformarse -le contestó su pareja- Pensá que surgirá el misterio de Simone, algo digno de una estrella.

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    1. Espero que estés mejor.
      Te mando un abrazo con empatía.

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    2. Muchísimas gracias, querido amigo. Voy teniendo algún que otro respiro de vez en cuando, como este en el que ahora me encuentro. Poco a poco, pero con gran deseo de volver por estos lares y saberos y sentiros cerca.

      Un abrazo grande 💙

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  8. Al escuchar dichas conversaciones, la pelirroja se entristeció y pensó: No puede ser! Parece que a los espectadores no les entusiasmo tanto como lo hacía Simone, debo superarme, tengo que conseguir atraer y cautivar al público. Han de caer en mis redes, intentare seducirlos con mis encantos de tigresa. Y empezó a tramar un plan para su actuación del día siguiente...

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  9. Al descubrir que todo su plan para destituir a Simone, había fracasado pues cada vez que se inclinaba a recibir los aplausos de la obra, el público solía gritar enfurecido:
    -¡Queremos a la auténtica Simone!
    Llevando a Simone a un punto de endiosamiento imposible para ninguna actriz actual. El caché de Simone se había multiplicado exponencialmente de tal forma que no había teatro en el mundo capaz de reunir una suma lo suficientemente elevada para contratarla.
    Ahí surgió la idea de teñir a la pelirroja y someterla a una complicada operación de cirugía estética ...

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  10. Y mientras tanto Simone, perdido por completo el rumbo, ve desmoronarse su vida entera. Embotada de alcohol se debate en la encrucijada que, según cree, marcará su destino para siempre: dedicarse en cuerpo y alma a misionar en África, o convertirse en la mejor imitadora de Elvis de la historia en Las Vegas...

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  11. -No te veo imitando al Rey -le contestó su interlocutor-
    Simone le dedicó una mirada quien le había rescatado, luego de un desmayo en la calle. Era un cinéfilo que la había recibido en su casa, poblada de colecciones de afiches. Incluso había estatuillas de actrices, de mujeres fatales y reinas del grito. Y por supuesto, de Simone.
    -Aunque lo de la imitación podría ser -continuó diciendo- Podrías vestirte y cantar como esas cantantes popo, tan de moda.
    -Hace tanto que no canto.
    -Pero podés hacerlo bien. Y tenés más carisma que más de una. No sabés como te extraña tu público.
    -¿No sería peligroso el volver?
    -Muy peligroso. Creo que deberías usar un pseudónimo. Creo que puedo ayudarte con eso.

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  12. El cinefilo le quitó la botella de la mano, a Simone.
    -Y parece empezar, vas alejarte de esto.

    Mientras tanto, la pelirroja se rehusó a que le tocaran la cara. Con energía. Había visto demasiadas colegas con la cara inexpresiva. Y estaba segura de ser más bella que Simone. Aunque una peluca y maquillaje era algo aceptable.

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  13. Simone que había emprendido el rumbo para encontrar la felicidad, lo que se encontró a lo largo del camino fue un mundo equivocado, envuelto en vicio, drogas, sexo y alcohol. Apartada de la fama, pero aún el público extrañándola. En cambio, ha preferido estar sola. Alejada del mundo. Y enviciada en las drogas.

    Y mientras, al otro lado del planeta, la pelirroja frustrada queriéndola imitar. Porque en el escenario seguían extrañando el encanto y la belleza de Simone, la Diosa, inimitable. Única.

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    1. Besos enormes y abrazos inmensos con todo mi cariño, mi querida Ginebra.

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    2. Más para ti con todo mi cariño, mi preciosa María.
      Gracias por estar siempre ahí 💙

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  14. Por razones distintas, dos hombres estaban preocupados.

    El cinéfilo estaba desesperado por la faceta descontrolada de Simone. Le parecía bien que le dedicara gran parte al sexo, pero lo alarmaban sus compañías, que la llevaban a destruirse.

    Y representante estaba furioso, su amante se estaba rebelando. Había demostrado tener una vocación artística, que chocaba contra las pretensiones comerciales del representante. Y la pelirroja era tan astuta como una mujer fatal, no se dejaba manipular.
    -No sirvo para reemplazar a tu ex -le repitió una y otra vez- Quiero el papel de la mala, para lucirme.

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  15. Mientras el tiempo pasaba y ninguna de las dos mujeres eran felices, cada una iba a la deriva si alguien no ponía remedio.
    El representante de la pelirroja estaba harto de sus exigencias, pero estaba dispuesto a dar un giro a su carrera, buscaría un papel donde el personaje fuera de mujer malvada, tal vez así logrará tener éxito sin imitar a nadie.
    Mientras Simone, en una noche loca de sexo, tuvo una flamante idea, porque no convertir lo que hacia gratis en un gran negocio. LLamó a su amigo cinéfilo y le comunicó que quería experimentar en el cine porno, al fin y al cabo ella sabía sobreactuar. Necesitaba dinero era una buena forma de conseguirlo rápidamente sin perder su dignidad.

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  16. Al cinéfilo no le desagradó la idea de Simone, podría decirse que la aprobó
    -Soy cinéfilo, en más de un sentido. Nunca me atrevido a contarte las fantasías que he tenido con algunas famosas.
    -Muy atrevidas, por lo que leí.
    -¡Simone!, es mi diario personal.
    -Que dejaste abandonada y con las páginas abiertas.
    .Son una clase de ficción, llamada fanfiction, famosas atrapadas por algunos fans, que no aceptan un no como respuesta. O famosas despechadas que se entregan a fans, que tienen sueños eróticos con ellas.
    -Muy fantasiosas.
    -No creas, fui el fanático que tuve un par de esos encuentros.
    Hubo un intercambio de miradas. Y entonces, Simone cambió de tema.
    -¿Y que te parece mi idea?
    El cinéfilo vio como la oportunidad se escapaba. Y era la vez que había llegado más lejos. Pero decidió no insistir. Su fantasía era que Simone tomara la iniciativa.
    -Podría funcionar, con directores que sepan donde poner la cámara, con formación técnica. con buenos guiones. Algo como lo que hacen en esa serie con dragones, en que actrices porno actúan algunas escenas.
    Pausa.
    -¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar, Simone?
    Simone sonrió maliciosamente. Apenas estaba vestida, luego de una loca noche de sexo.
    -Ya veo. Pero el tema es desnudarse ante cámaras.
    -Lo hice alguna vez en una obra.
    -Pero fue entre sombras. Y me refiero a desnudarte ante un equipo de filmación, muy de cerca. ¿Tendrías sexo con otras actrices? Eso despierta morbo. Y la serie esa tiene varias escenas así. ¿Harías escenas violentas?
    -Podría intentarlo.
    -También queda el tema de darte una apariencia. Otro corte de pelo, alguna peluca. Y un pseudónimo provocativo, escandaloso.

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  17. Por lo que no se lo pensó dos veces, y cuando leyó el guión le entusiasmó a Simone y aceptó hacer una película de cine D/s en la que haría de lesbiana, estaba dispuesta a trabajar en algo nuevo. Sería una experiencia única. Y ¿por qué desperdiciar la novedad cuando a ella la gustaba el morbo.

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    1. Me alegra mucho que estés mejor y verte de nuevo por aquí, mi querida Ginebra.

      Besos enormes.

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    2. Gracias por todo, preciosa. Voy volviendo poquito a poco...
      Bsoss y cariños, y muy feliz tarde 💙

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  18. Gracias a todos por vuestra valiosa colaboración. Sin vosotros, nada de esto sería posible. Es un verdadero placer contar con vuestra presencia.
    Pero, como ya os comento en algunos de mis blogs, dejo en paréntesis durante dos o tres meses todos mis espacios, por motivos personales que requieren de mi tiempo y atención.
    Así que, agradecida siempre y de corazón por estar ahí, y nos vemos a la vuelta.

    Abrazos y cariños enormes, queridos amigos 💙
    GRACIAS 🙏

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  19. Mientras tanto, Catherine Rouge, la actriz pelirroja demostró su talento, interpretando a villanas, a mujeres fatales. Y asombrada, descubrió que tiene verdadera vocación por el teatro, que no sólo deseaba ser la estrella.
    La reacción de público fue ambigua, odiaban a sus personajes, al mismo tiempo que estaban fascinados.
    En un diálogo con su pareja, la fan de Simone resumió el sentir del público.
    -La odio pero al mismo tiempo, la amo. Nunca será como Simone, pero es una estrella.
    Catherine sintió que estaba logrando lo que ambicionaba.

    En maneras inesperadas, las dos actrices antagónicas estaban en estado de satisfacción. Estaban tentadas de decir que eran felices.
    ¿Era una situación definitiva? Es difícil saberlo.
    Tal vez era un final. O sólo un momento clave en la historia.

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  20. Escribí lo que podría ser un cierre, temporal o definitivo.

    Que todo sea propicio para vos, en esas cuestiones personales.
    Esperaremos tu regreso.
    Besos y un especial abrazo.

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    1. Perfecto cierre, querido amigo. Eres grande; todos lo sois. Gracias de corazón por todo...
      Hasta la vuelta.
      Abrazos y cariños para ti y para todos 💙

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  21. Genial el cierre del relato de Demiurgo. 👏👏👏👏👏👏👏👏

    Y por aquí también te agradezco por todo mi querida Ginebra. Muchas gracias por crear magia en la blogosfera. Te echaré de menos. Que todo vaya bien en tu vida, cuidate mucho. Y aquí estaremos esperándote.

    Besos enormes.

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