jueves, 29 de febrero de 2024

Al otro lado de la puerta

 

¿Cuántas veces nos hemos preguntado qué habría al otro lado de la puerta? Unas cuántas, ¿verdad?, pues bien, este reto lo vamos a dedicar a todas esas posibles respuestas partiendo de nuestra imaginación, por descabellada que pueda parecer, pudiendo incluir cualquier personaje de ficción y cualquier situación de lo más fantasiosa y rocambolesca, o, sencillamente, tan cruda y real como la vida misma.

Como siempre, podéis escribir tantos textos o poemas deseéis.



*

A ella le encantaba hacer uso de su maravillosa imaginación para crear historias y compartirlas con sus amigos y compañeros de trabajo. Todos sabían de su magnífica creatividad y de ese fondo bonito y generoso que la convertía casi en una de las hadas con las que solía adornar el salón donde guardaba todas sus creaciones.

Aquel día, al llegar al trabajo, quedó sorprendida porque no había absolutamente nadie; pero algo la alertó…

Por la rendija de la puerta de su despacho, parecía salir una luz parpadeante. Con gran curiosidad y no menos temor, se acercó sigilosa y afinó el oído por si escuchaba algo que la incitase a no cruzarla. Y, aunque no llegaba a escuchar nada con claridad, sí percibía algunos sonidos extraños que la hacían dudar entre abrir esa puerta o salir corriendo.

Lógicamente decidió quedarse; era un reto que, aun temerario, no dejaba de ser divertido y extraño, además de una nueva aventura que poder compartir con sus compañeros «si es que volvía a verlos» pensó…

Así que puso su mano sobre la manivela y, lentamente…, abrió.

—¡¡Feliz cumpleaños!! —Exclamaron entre risas, globos y serpentina, todos sus amigos que la esperaban para felicitarla.

Y es que… Campirela, bien merecía esa fantástica sorpresa.

©Ginebra Blonde

Continuación...

Al abrir ese pomo, no sólo mis ojos chispearon, mi corazón galopó a tal velocidad que mis lágrimas no pudieron esperar.
Allí estaban todos los amigos, cada uno de ellos con su sonrisa, su cariño y su alegría.
Solo podía decir, gracias, es como si esa palabra fuera la única de mi vocabulario, pero hay momentos que las palabras sobran y un abrazo es el mejor regalo que yo les puedo dar.
Detrás de mí sé cerró la puerta y la fiesta pudo comenzar.
 
©Campirela

Continuación...

La música empezó a sonar. Los globos se elevaban por los aires y los abrazos y risas inundaron la sala. Campirela estaba pletórica, todo era perfecto. Sus amigos habían organizado esa fiesta sorpresa, sabiendo lo importante que era para ella la creatividad y la imaginación.
Las horas pasaron volando, entre risas y bailes. Campirela se sentía feliz. Era un cumpleaños lleno de ternura y atenciones. Era la reina de la fiesta.
Cuando esta terminó, cada amigo, le entregó un regalo tan especial que Campirela no pudo evitar sentirse abrumada por todo ese cariño y aprecio: su amistad infinita escrita en un bello pergamino.
Se despidió de sus amigos con el corazón compungido, sabiendo que su valiosa amistad era como un tesoro. Siguió creando historias, compartiéndolas con sus amigos, y llenando el salón donde guardaba todas sus creaciones, sabiendo que su imaginación y su dedicación eran valoradas.
 
©Nuria de Espinosa

Continuación...

Miré la emoción que reflejaban los ojitos de mi niña Campirela, le entregué mi regalo y a la vez le susurré al oído: si no llegas a abrir la puerta a tiempo, hubiéramos salido de estampida como alegres elefantes para desearte lo mejor del mundo con tu tarta de cumpleaños.
Pero, mi querida amiga, todavía quedan más sorpresas. Tras de mí hay una puerta y me gustaría que la abrieras y pasaras dentro. Dime si estás preparada para seguir disfrutando de este momento tan especial.

©Auroratris

Continuación...

No solo abro la puerta, sino que entro en ella de lleno.
No hay nada más bonito que una amistad, unas risas y el compartir momentos que se quedan bordados en nuestra alma, y en el corazón las emociones de unas lágrimas de agradecimiento a personas que se hacen querer en el día a día.
Gracias, siempre gracias, porque no hay mejor regalo que sentirse querida.
 
©Campirela


Supongo que fue un despiste de mi corazón en esta tarde fría de invierno, pero allí estaba, sin esperarlo, olvidada en lo más profundo de mi ser, la única puerta que no deseaba abrir. Me negaba a admitir qué permanecía al otro lado. Sin embargo, mientras el crepúsculo asomaba en el horizonte, algo despertó dentro de mí y en un arranque de valor, decidí abrir la puerta. Mi corazón latía con fuerza, como un caballo desbocado, en el momento en que giraba el pomo.
 
Lo que vi al otro lado me dejó perpleja. Extensas dunas de recuerdos llenos de tristeza y amargura, sin lágrimas ni palabras convulsas, porque los ojos quedaron secos cuando se rompió mi niñez. Comprendí que al otro lado de la puerta quedó rezagado un pedazo de mí misma, de la infancia, que existía oculta en mi mente; esa triste infancia sin cumpleaños, sin cariño ni abrazos, cuya historia prefería no recordar por el dolor era demasiado. En lo más profundo de mi ser oculté la llave de mis recuerdos todo este tiempo. Cerré la puerta con fuerza, dejando atrás esa dolorosa etapa de mi vida que no deseaba volver a evocar. Pero sé que siempre estará ahí, esperando a que vuelva esa remembranza que tanto duele como un recordatorio silencioso; pero a veces a los fantasmas del pasado es mejor abandonarlos y mirar hacia adelante, dejando que se pierda en el silencio del tiempo, esa puerta que no quiero cruzar.

©Nuria de Espinosa


Llegué a aquel lugar perdido, entre las montañas, tras varias lunas. El papiro que por casualidad encontré en el museo dentro de una vasija oculta en el interior del sepulcro del faraón Amunraba, no mentía. Allí estaba la puerta que me llevaría a otra dimensión. Me acerqué recelosa, con el corazón latiendo acelerado, y justo cuando estaba a punto de abrir la puerta; un estruendo resonó en el aire y un retumbar sordo sacudió el suelo bajo mis pies. Una grieta se abrió ante la puerta, revelando un vacío oscuro que parecía extenderse hacia lo infinito. Una fuerza extraña me empujaba hacia la grieta, amenazando con engullirme. Me aferré con ímpetu al marco de la puerta, luchando contra lo invisible que tiraba de mí hacia el abismo. En medio de mi resistencia, apareció un ser etéreo con ojos brillantes, que observaba con curiosidad.
 
—"¡No pases por la grieta! ¡Es un engaño!", advirtió.
 
Logré liberarme de la atracción de la grieta y retrocedí hacia la seguridad de la puerta. El ser me señaló un destello en el suelo, revelando un antiguo amuleto que emanaba una luz protectora. Lo cogí sin dudarlo y sentí una cálida energía que me envolvía y protegía contra la atracción maligna. Aquel ser me explicó que la puerta había sido manipulada por una entidad maligna que pretendía atraer a humanos hacia la oscuridad para devorarlos, advirtiéndome que nunca más debía volver y que el papiro no podía regresar conmigo. No le pregunté si formaba parte de esa entidad maligna por miedo a las consecuencias. Así que le entregué el papiro y me fui para no regresar jamás.
 
©Nuria de Espinosa

La luz que entraba por la ventana se confabuló para vestirla sin que perdiera la placentera visión de su desnudez. Recostada boca abajo sobre la parte alta del diván, me ofrecía generosamente la mejor vista de la noche y ese brillo violeta incrustado entre sus nalgas era la estrella más brillante.
 
Acariciándola con ambas manos a la vez, haciendo círculos sobre su piel, la preparé para la primera palmada que de inmediato dejó mi marca en ella, aunque ya la llevaba en lo más hondo.
 
Metí mi mano entre sus muslos deslizándola hasta llegar a su entrepierna, con mi pulgar comprobé que ya estaba mojada. «¿Estás lista Putita?», le pregunté sabiendo cuál sería su respuesta: «Lo estoy Daddy».
 
Saber lo que deseaba hacía que las posibilidades fueran infinitas, tanto como estrellas había esa noche en el cielo, ese cielo ajeno a lo que entre ella y yo ocurría del otro lado de la puerta.
 
©Dulce


26 comentarios:

  1. Wuauuuu, mil gracias, y perdona, pero mis lágrimas adornan mis ojos y no es para menos, graciassssssssss, no puedo decir nada más, entro para escribir algo y me encuentro esto, de veras es muy fuerte, con todo mi cariño sabes que es mucho, te agradezco todo, no esto que es maravilloso, sino todos estos años tu amabilidad, generosidad y, cariño que me has hecho sentir.
    Y bueno, me voy a secar mis mejillas y seguir leyendo los textos de los demás compañeros.
    ¡Gracias!!

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    1. Gracias siempre a ti, preciosa. Ha sido un gran placer y lo he hecho con todo mi cariño. Feliz de que te haya gustado.
      Lujazo contar con tu bonita y valiosa compañía ✨
      ¡Disfruta de tu día! 🎊
      Abrazos y cariños enormes, mi querida Campi 🥰🤗💙

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. WoW, que forma más maravillosa has creado para felicitar a Campirela que sin duda se lo merece. Tu cariño y amabilidad, y tus atenciones mes a mes, faltan palabras para agradecer tanto. Normal que las lágrimas broten. Mi admiración y un fuertísimo abrazo para las dos.

    (Eliminé el anterior comentario porque el corrector la lió)😊

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    1. Sólo soy el reflejo de lo que me dais.
      Vuestro cariño y amistad, y vuestra compañía maravillosa en estos retos, es mi más preciado impulso.
      Gracias por estar, querida Nuria.
      Abrazos y cariños enormes 🥰🤗💙

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  4. Al abrir ese pomo, no solo mis ojos chispearon mi corazón galopo a tal velocidad que mis lágrimas no pudieron esperar.
    Allí estaban todos los amigos, cada uno de ellos con su sonrisa, su cariño y su alegría.
    Solo podía decir, gracias, es como si esa palabra fuera la única de mi vocabulario, pero hay momentos que las palabras sobran y un abrazo es el mejor regalo que yo les puedo dar.
    Detrás de mí sé cerro la puerta y la fiesta pudo comenzar.

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    1. ✍️😍🙏
      ¡¡Felicidades, preciosa!! 😘🤗💙

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    2. Una continuación perfecta Campirela, me encanta. Te la sigo. Un abrazo

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  5. Continuación

    La música empezó a sonar. Los globos se elevaban por los aires y los abrazos y risas inundaron la sala. Campirela estaba pletórica, todo era perfecto. Sus amigos habían organizado esa fiesta sorpresa, sabiendo lo importante que era para ella la creatividad y la imaginación.
    Las horas pasaron volando, entre risas y bailes. Campirela se sentía feliz. Era un cumpleaños lleno de ternura y atenciones. Era la reina de la fiesta.
    Cuando esta terminó, cada amigo, le entregó un regalo tan especial que Campirela no pudo evitar sentirse abrumada por todo ese cariño y aprecio: su amistad infinita escrita en un bello pergamino.
    Se despidió de sus amigos con el corazón compungido, sabiendo que su valiosa amistad era como un tesoro. Siguió creando historias, compartiéndolas con sus amigos, y llenando el salón donde guardaba todas sus creaciones, sabiendo que su imaginación y su dedicación eran valoradas. 

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  6. En otro rato, iniciaré otro aporte. Un abrazo

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    1. Gracias Nuria, un besote y sigamos con este detrás de la puerta misterioso.

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  7. Hala, qué bonito lo has hecho, mi querida Gine. Me sumo a esta fiesta sorpresa por nuestra amiga Campi, se merece este momento tan bonito. Prometo no cantar para no estropearlo 😋

    Miré la emoción que reflejaban los ojitos de mi niña Campirela, le entregué mi regalo y a la vez le susurré al oído: si no llegas a abrir la puerta a tiempo, hubiéramos salido de estampida como alegres elefantes para desearte lo mejor del mundo con tu tarta de cumpleaños.
    Pero, mi querida amiga, todavía quedan más sorpresas. Tras de mí hay una puerta y me gustaría que la abrieras y pasaras dentro. Dime si estás preparada para seguir disfrutando de este momento tan especial.


    Millones de besos y felicidades 🤗🤗🥂🥂❤️🎂🎂

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    1. ¡¡Qué bonito lo estáis haciendo!! 😍😍
      Nuestra Campi estará feliz 🥰✨
      Y hasta las canciones pueden ser prodigiosas y mágicas, por el cariño que encierran 😊

      Gracias de corazón 💖
      ¡¡Abrazos y cariños a repartir en tan hermoso evento!! 🤗🤗💙💙

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  8. No solo abro la puerta, sino que entro en ella de lleno.
    No hay nada más bonito que una amistad, unas risas y el compartir momentos que se quedan bordados en nuestra alma, y en el corazón las emociones de unas lágrimas de agradecimiento a personas que se hacen querer en el día a día.
    Gracias, siempre gracias, porque no hay mejor regalo que sentirse querida.

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  9. Hola Ginebra, dejo un nuevo aporte. Un abrazo

    Supongo que fue un despiste de mi corazón en esta tarde fría de invierno, pero allí estaba, sin esperarlo, olvidada en lo más profundo de mi ser, la única puerta que no deseaba abrir. Me negaba a admitir qué permanecía al otro lado. Sin embargo, mientras el crepúsculo asomaba en el horizonte, algo despertó dentro de mí y en un arranque de valor, decidí abrir la puerta. Mi corazón latía con fuerza, como un caballo desbocado, en el momento en que giraba el pomo.



    Lo que vi al otro lado me dejó perpleja. Extensas dunas de recuerdos llenos de tristeza y amargura, sin lágrimas ni palabras convulsas, porque los ojos quedaron secos cuando se rompió mi niñez. Comprendí que al otro lado de la puerta quedó rezagado un pedazo de mí misma, de la infancia, que existía oculta en mi mente; esa triste infancia sin cumpleaños, sin cariño ni abrazos, cuya historia prefería no recordar por el dolor era demasiado. En lo más profundo de mi ser oculté la llave de mis recuerdos todo este tiempo. Cerré la puerta con fuerza, dejando atrás esa dolorosa etapa de mi vida que no deseaba volver a evocar. Pero sé que siempre estará ahí, esperando a que vuelva esa remembranza que tanto duele como un recordatorio silencioso; pero a veces a los fantasmas del pasado es mejor abandonarlos y mirar hacia adelante, dejando que se pierda en el silencio del tiempo, esa puerta que no quiero cruzar.











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    1. Qué buen aporte, querida Nuria... Sentido y profundo.
      Hay puertas que deben permanecer cerradas, aun sabiendo que están ahí, siendo parte de una etapa de nuestro viaje. Reconocerla es parte del aprendizaje de la vida, como también lo es saber que hay que continuar abriendo otras.

      Muy bueno ✍️🙏
      Un abrazo grande, y muy feliz finde 🤗💙

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    2. Muchas gracias Ginebra, me alegra que te haya gustado. Las puertas de nuestro interior son las más difíciles de abrir. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.

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  10. Llegué a aquel lugar perdido, entre las montañas, tras varias lunas. El papiro que por casualidad encontré en el museo dentro de una vasija oculta en el interior del sepulcro del faraón Amunraba, no mentía. Allí estaba la puerta que me llevaría a otra dimensión. Me acerqué recelosa, con el corazón latiendo acelerado, y justo cuando estaba a punto de abrir la puerta; un estruendo resonó en el aire y un retumbar sordo sacudió el suelo bajo mis pies. Una grieta se abrió ante la puerta, revelando un vacío oscuro que parecía extenderse hacia lo infinito. Una fuerza extraña me empujaba hacia la grieta, amenazando con engullirme. Me aferré con ímpetu al marco de la puerta, luchando contra lo invisible que tiraba de mí hacia el abismo. En medio de mi resistencia, apareció un ser etéreo con ojos brillantes, que observaba con curiosidad.

    —"¡No pases por la grieta! ¡Es un engaño!", advirtió.

    Logré liberarme de la atracción de la grieta y retrocedí hacia la seguridad de la puerta. El ser me señaló un destello en el suelo, revelando un antiguo amuleto que emanaba una luz protectora. Lo cogí sin dudarlo y sentí una cálida energía que me envolvía y protegía contra la atracción maligna. Aquel ser me explicó que la puerta había sido manipulada por una entidad maligna que pretendía atraer a humanos hacia la oscuridad para devorarlos, advirtiéndome que nunca más debía volver y que el papiro no podía regresar conmigo. No le pregunté si formaba parte de esa entidad maligna por miedo a las consecuencias. Así que le entregué el papiro y me fui para no regresar jamás. 

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  11. Respuestas
    1. Gustarme es poco. Me encanta, querida Nuria. Un género que me apasiona y que bien podría ser el comienzo de una de esas historias al estilo de "Indiana Jones" 😉
      Muy bueno, como siempre, en forma y fondo.
      Gracias, preciosa 🙏😘

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    2. Muchas gracias Ginebra, me alegra que te haya gustado. Un fuerte abrazo

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  12. La luz que entraba por la ventana se confabuló para vestirla sin que perdiera la placentera visión de su desnudez. Recostada boca abajo sobre la parte alta del diván, me ofrecía generosamente la mejor vista de la noche y ese brillo violeta incrustado entre sus nalgas era la estrella más brillante.

    Acariciándola con ambas manos a la vez, haciendo círculos sobre su piel, la preparé para la primera palmada que de inmediato dejó mi marca en ella, aunque ya la llevaba en lo más hondo.

    Metí mi mano entre sus muslos deslizándola hasta llegar a su entrepierna, con mi pulgar comprobé que ya estaba mojada. «Estás lista Putita?», le pregunté sabiendo cuál sería su respuesta: «Lo estoy Daddy».

    Saber lo que deseaba hacía que las posibilidades fueran infinitas, tanto como estrellas había esa noche en el cielo, ese cielo ajeno a lo que entre ella y yo ocurría del otro lado de la puerta.

    © DUlCE

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    1. Un escenario de lo más sugerente en ese otro lado de la puerta; de placer y complicidad... Y con una bonita pincelada romántica como colofón ✨
      Gracias por tan exquisito aporte, mi querido Dulce 😘💙

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  13. Y un placer haber estado con vosotro/as en ese otro lado de la puerta. Gracias, y mil veces gracias por vuestra bonita compañía, y tan magníficas plumas 🙏🥰💙

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