Un demonio que quiere apropiarse de mis alas... Y nunca un
ángel venderá su alma para tal ser impuro donde solo le espera el infierno...
Por mucho que caliente el oído.
Dalia, abrió sus alas bien brillantes y tomo rumbo a encontrarse con Murmur, este la estaba esperando solo, pues sus legiones estaban en una misión especial, la cual no quiso compartir con su nueva alumna, todavía no había llegado el momento de exponer el gran reto que se avecinada a esta nueva era.
Murmur le envío la ubicación vía washap, y como a Delia le
pillaba un poco lejos, esta tomó un "Uber", casi toma un
"blablacar" porque Murmur había elegido el lugar más alejado del
segundo Sol. Todo nuevo reto requiere nuevas experiencias y con este viaje se
podía decir que el reto había comenzado.
Cuando llegó al punto de encuentro, Delia sintió que la
aventura prometía. Sus ojos se agrandaron de tal manera que parecían platillos
volantes y la boca abierta en el asombro mayor de la historia. La voz de Murmur pidiéndole
que la cerrara, o le entraría algún bicho, fue lo que la hizo reaccionar.
Hay que
aclarar que Murmur no tenía el aspecto estereotipado, que le atribuían algunos
humanos a los demonios, de un sátiro de los mitos griegos. Ni tenía alas de
murciélago.
Sí era un
ser oscuro, con una apariencia que podía encandilar tanto a alguna mujer
humana, como a un ángel femenino. Y había preparado un ambiente acorde a su
condición sombría, para recibir a Dalia.
Era evidente
que no todo lo que se ve es lo que, habitaba un ser malicioso, de palabras
densas que transfiguran a cualquier ser mortal...
Ese ángel de
alas blancas ante sus ojos era una presa para Murmur, quien llevaba una pócima
de ardiente sabor para hipnotizar cuando llegara el momento.
Una vez los
dos a solas el ambiente se cubrió de una niebla que hacía difícil
distinguirlos, pues Dalia estaba a un lado casi escondida, pues aunque era una
mujer valiente, tenía un presentimiento, tal vez una duda le rondaba por la
cabeza.
Murmur,
desde el otro extremo la contemplaba, nunca había visto una fémina con esa
belleza tan especial, no solo era física, había algo en ella que él no podía
aceptar, y es que se le resistía penetrar en su mente, era como si una telaraña
cubriera sus neuronas.
Ambos se estaban
analizando, cada uno pensando que pasaría si hubiera una unión, él un guerrero
fuerte, pero su alma no era pura, ella un ángel de Dios.
Cuando él dio
un paso hacia ella, algo pasó fuera del habitáculo, se oyeron trompetas y un
estruendo de caballos cabalgando hacia ellos, de repente su aspecto amable
cambió y abriendo aquellos cortinajes salió con paso firme, ella quedó donde
estaba...
Murmur se encontraba ante el dilema de seguir al mando de sus legiones y conquistar lo que quedaba del mundo terrenal desolado por las guerras o seguir ese sentimiento incipiente que había despertado en él Dalia. Un sentimiento que parecía tan ajeno a su ser, del cual sus padres le habían hablado como si se tratara de una enfermedad humana que no podía contraer. ¿Acaso eran tan malo que un demonio sintiera amor por un ángel?
Murmur miró
hacia un costado, hacia la pócima con efectos hipnóticos, que había preparado
para Dalia, pero no se había decidido a usar.
—Sigo siendo
un demonio... —comenzó a decir.
Y se siguió
avanzando hacia los estruendos.
—… pero
descubrí algo que ustedes no conocen, ustedes que desatan plagas, que asolan
pueblos.
Murmur lucía
oscuro y resplandeciente, temible y épico. Con una voz que hipnotizaba a Dalia,
más que cualquiera pócima.
—Algunos de
ustedes amaron a las hijas de Eva. Un acto más valiente que usar una espada de
fuego.
Fue cuando Murmur desistió de seguir asolando el mundo con su maldad, Dalia le había mostrado otra forma de ver las cosas, una manera luminosa que nunca antes había conocido en nadie. Junto a ella combatiría, pero desde el otro lado, el lado del bien.
Un demonio que quiere apropiarse de mis alas... Y Nunca un ángel venderá su alma para tal ser impuro donde solo le espera el infierno...
ResponderEliminarPor mucho que caliente el oído.
Besos Gine que bello 💙
Es casual pero está tarde estaba leyendo sobre el ángel Nuriel...
ResponderEliminar🖤
Mejor con Murmur...
La vida tiene esas casualidades (o vinculaciones) 😉
Eliminar¡Gracias, preciosa! 💙
Dalia, abrió sus alas bien brillantes y tomo rumbo a encontrarse con Murmur, este la estaba esperando solo, pues sus legiones estaban en una misión especial, la cual no quiso compartir con su nueva alumna todavía no había llegado el momento de exponer el gran reto que se avecinada a esta nueva era.
ResponderEliminar👏👏💙
EliminarMumur le envío la ubicación vía washap, y como a Delia le pillaba un poco lejos, esta tomó un "Uber", casi toma un "blablacar" porque Mumur había elegido el lugar más alejado del segundo Sol. Todo nuevo reto requiere nuevas experiencias y con este viaje se podía decir que el reto había comenzado.
ResponderEliminarCuando llegó al punto de encuentro, Delia sintió que la aventura prometía. Sus ojos se agrandaron de tal manera que parecían platillos volantes y la boca abierta en el asombro mayor de la historia. La voz de Mumur pidiéndole que la cerrara, o le entraría algún bicho, fue lo que la hizo reaccionar.
Mil besitos y mi cariño, mi querida amiga ❤️
(He empezado la casa por el tejado 😅)
(En cualquier caso, la casa siempre queda de lujo 😉)
Eliminar👏👏🤓
Graciass, y más Bsoss y cariños para ti, preciosa 💙
Hay que aclarar que Mumur no tenía el aspecto estereotipado, que le atribuían algunos humanos a los demonios, de un sátiro de los mitos griegos. Ni tenía alas de murciélago.
ResponderEliminarSí era un ser oscuro, con una apariencia que podía encandilar tanto a alguna mujer humana, como a un ángel femenino. Y había preparado un ambiente acorde a su condición sombría, para recibir a Dalia.
Qué bueno. Gracias por tu aporte, querido amigo 👏💙
EliminarBuen relato, con tono humoristico, magia, mundos paralelos....de todo hay aqui. Murmur es un gran personaje, no lo pierdas de vista.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jose. A ver hasta dónde nos lleva el personaje y todo lo que le rodea... 😉
EliminarUn placer tu visita 💙
Había preparado un ambiente acorde a su condición sombría, para recibir a Dalia...
ResponderEliminarEra evidente que no todo lo que se ve es lo que, habitaba un ser malicioso, de palabras densas que transfiguran a cualquier ser mortal...
Ese ángel de alas blancas ante sus ojos era una presa para Mimur, quien llevaba una pócima de ardiente sabor para hipnotizar cuando llegara el momento.
(Ando ausente no sé si me fui del relato)
Mil besitos y mi cariño Gine ❤️
Todo bien. Siguiendo el hilo 👍🤓
EliminarBsoss y cariños, y ¡feliz semana! 💙
Una vez los dos a solas el ambiente se cubrió de una niebla que hacía difícil distinguirlos, pues Dalia estaba a un lado casi escondida, pues aunque era una mujer valiente tenia un presentimiento tal vez una duda le rondaba por la cabeza.
ResponderEliminarMumur, desde el otro extremo la contemplaba , nunca había visto una fémina con esa belleza tan especial, no solo era física había algo en ella que él no podía aceptar, y es que se le resistía penetrar en su mente , era como si una telaraña cubriera sus neuronas.
Ambos se estaban analizando, cada uno pensando que pasaria si hubiera una unión, él un guerrero fuerte , pero su alma no era pura, ella un ángel de Dios.
Cuando él dio un paso hacia ella, algo paso fuera del habitáculo, se oyeron trompetas y un estruendo de caballos cabalgando hacia ellos, de repente su aspecto amble cambio y abriendo aquellos cortinajes salió con paso firme, ella quedó donde estaba...
👏👏👏🤓
EliminarMurmur se encontraba ante el dilema de seguir al mando de sus legiones y conquistar lo que quedaba del mundo terrenal desolado por las guerras o seguir ese sentimiento incipiente que había despertado en él Dalia. Un sentimiento que parecía tan ajeno a su ser, del cual sus padres le habían hablado como si se tratara de una enfermedad humana que no podía contraer. Acaso eran tan malo que un demonio sintiera amor por un ángel?
ResponderEliminar... "Una muy especial y bonita conexión"... 😉✨👏✍️
EliminarMumur miró hacia un costado, hacia la pócima con efectos hipnóticos, que había preparado para Dalia, pero no se había decidido a usar.
ResponderEliminar-Sigo siendo un demonio...-comenzó a decir.
Y se siguió avanzando hacia los estruendos.
-,,,pero descubrí algo que ustedes no conocen, ustedes que desatan plagas, que asolan pueblos.
Mumur lucía oscuro y resplandeciente, temible y épico. Con una voz que hipnotizaba a Dalia, más que cualquiera pócima.
-Algunos de ustedes amaron a las hijas de Eva. Un acto más valiente que usar una espada de fuego.
Muy contundente y convincente discurso; quizá preámbulo de su decisión definitiva en cuanto a Dalia... y a él, por lo que representa... 👍👏
EliminarHola a todos.
ResponderEliminarPasamos al siguiente reto, por lo que este lo dejaremos en abierto por si alguien desea darle un cierre a la historia.
Como siempre, os agradezco cada una de vuestras aportaciones, así como la compañía de quienes os pasáis por aquí a leernos.
Un abrazo grande 💙
Fue cuando Mumur desistió de seguir asolando el mundo con su maldad, Dalia le había mostrado otra forma de ver las cosas, una manera luminosa que nunca antes había conocido en nadie. Junto a ella combatiría, pero desde el otro lado, el lado del bien.
ResponderEliminarBuen final. Se demostró que podían unir sus vidas a pesar de lo que ambos representaban, y que el bien... siempre prevalece.
EliminarGracias por el cierre, mi querido Dulce.
Y, nuevamente, GRACIAS a todos, chicos. ¡Sois un lujo! 💙
Un placer siempre.
EliminarMás dulces besos cariñosos Querida Gine.
El lado del bien, que tal vez no se encuentre en un bando o en otro. Sino entre quienes se rebelan a lo impuesto, actuando según algo que inesperadamente han descubierto. En este caso, el amor.
ResponderEliminarPor lo que Dalia consiguió lo que otros no consiguieron, reformar a un demonio.
Quedó muy bien, Ginebra.
Besos.
El amor es capaz de crear magníficas conexiones y transformar lo oscuro en rutilante luz...
EliminarMil gracias, querido amigo.
Sin vosotros, esto no sería posible.
Abrazo enorme, y muy felices Pascuas 💙